Ya es costumbre

Dueña y protagonista de este cuento, la que tiene el poder absoluto, la que ríe y sufre primero, la que llora cuando los demás ríen, y la que grita cuando los demás callan.
Necesito concentración, quiero desarrollar aquel don imposible,
necesito alguien que me tienda la mano y son ustedes DOS .
HEAVEN HELP, HEAVEN HELP!
Me sentí con el típico nudo en la garganta, intente gritar, pero
como dije, todos callaban, y mi don? no existe.
Permanecí inquieta durante horas, revisaba los seguros una y otra vez, no quería que ocurriera otra tragedia, mientras revisaba, mi corazón se calmaba, subí un poco , una situación flash paso por mi mente, no quería . . . Sigo subiendo y mi hecho ocurre, mi corazón duplica sus latidos, mi mente se descontrola y mi cuerpo se altera poco a poco, me encontraba dentro de un pequeño infierno, aunque al lado de otras cosas no eran tan así . . .
Quise hacer lo mejor posible, y lo hise, debí haber hablado, pero calle como de costumbre, pero esta vez, no era necesario hablar,
concluiste que no es correcto, que no puedo con lo tuyo, y no quiero que se vuelva a repetir y así será, porque la del poder absoluto soy yo .

Esa noche apoye mi cabeza sobre la almohada y el cansancio pedía a gritos que mis ojos se cerraran y que mi mente se perdiera en los sueños, cedo, pues ya no puedo más y es ahí donde los pensamientos flash invaden mi mente y me atrapan durante varios minutos, torturándome como quieren y tardando el viaje que no recordare al despertar, pensamientos flash, recordatorios del futuro, pensamientos que enloquecen poco a poco mi mente, que a veces están y a veces no, a pesar de todo, les doy las gracias a todas esas pequeñas e insignificantes ocurrencias porque me ayudan a no perder el rumbo ni a desenfocarme.